Erika llegó después de Sophie
[se acuerdan de Sophie?] En realidad no llegó, ya estaba allí. La había visto en el salón antes, pero no le había tomado importancia, excepto por el hecho que se veía rara. Rarísima. A eso se le agregaba que en la primera semana demostró no ser muy buena en inglés que digamos
[para ser sinceros, no tenía idea de cómo había llegado hasta finales del Básico] Así que la profesora, al ver que no se concentraba, le recomendó sentarse más cerca a ella
[o sea a mi lado] quedando como mi pareja de clase. Aquí empezó todo.
Hagamos una pausa. Como les dije, Erika se veía siempre rarísima. Y no fue hasta que se sentó a mi lado que me di cuenta por qué. No es que fuera una freak, pero se acercaba mucho. Su apariencia y comportamiento eran excéntricos para el común denominador del salón
[y por qué no del Británico]Para empezar, era que siempre estaba despeinada. No una cortina, no un moñito. Todo el cabello. O sea, está bien que las clases sean a las siete de la mañana y que sea invierno y que esté haciendo frío, pero de ahí a aunque sea llegar con el cabello húmedo para hacer la finta, o pasarte un peine mojado o si quiera amarrárselo en una cola. Nada. Pareciera que viniera según como se había levantado. Eso sí, nunca vi que el cabello estuviera sucio. Claro al llevarlo despeinado así, parecería que sí, pero no, puedo confirmar que no lo estaba.
Lo otro era el maquillaje que llevaba. O que no llevaba. Porque cuando no lo llevaba parecía mucho más que acabara de levantarse de la cama
[o que no se lavara la cara] Y cuando llegaba maquillada era otra cuestión. No se sabía si lo hacía a oscuras, o si lo hacía en la combi, o si alguien que la odiaba la pintaba, o si todavía estaba dormida al hacerlo. Yo no soy un experto en esas cosas, pero creo que el labial tiene que combinar con las sombras y las sombras deben combinar con el rubor y el rubor debe combinar con el labial y así sucesivamente.
Después se encontraba la ropa. Si ya les había dicho que era excéntrica en su apariencia y forma de ser, la ropa era lo que lo evidenciaba mucho más. Las combinaciones de marrón con verde o naranja con rosa no se hacían esperar. Los diversos zapatos negros de tacón que siempre usaba, no importara si combinaban o no. Mención aparte para la casaca corduroy color marrón/naranja
[creo que era fanática de ese color. y de la casaca también] que no dejó de llevar ni un solo día del mes que estudié con ella
[a veces ni se la ponía, solo la cargaba]Por último estaba la actitud. Erika era
‘extremadamente alegre’ Del alegre de llegar al salón tarde y gritar desde la puerta tu nombre y decir que no había hecho su parte de la tarea mientras se sentaba. De contarte algo íntimamente divertido en voz baja para que
‘nadie se dé cuenta’ a pesar que igual todos se daban cuenta. De gritar tu nombre en la cafetería para llegar a tu lado y sentarse contigo sin importar con quien estés. De cogerse de tu brazo a la salida y arrastrarte hasta el paradero mientras te contaba lo que hizo ese fin de semana.
Fue así como, después que terminó el primer día de ser pareja con ella, me dijo:
- Oye, aprendí bastante contigo hoy. Mañana puedo sentarme aquí de nuevo?
[no, dile que no, dile que no, dile que no]- Ok, claro. No hay problema.
[sorry, tengo un problema gravísimo con decirle NO a la gente]Y desde ese día, tuve a Erika todo ese mes como pareja de clase.
Al principio
[tengo que admitirlo] deseaba que no viniera para no trabajar con ella, o que se sentara en otro lado. Pero, aunque tarde, ella siempre estaba allí. No es que me cayera mal o que sintiera vergüenza de ella, simplemente, a veces, no soportaba la presencia de alguien tan
‘raramente alegre’ a mi lado. Es cierto que también había veces que me hacía reír, cuando hablaba unas incoherencias terribles al practicar o cuando contaba cosas de su familia en plena clase. Con los días me di cuenta que solo era cosa de tenerle paciencia.
Como era de suponer
[a pesar de sus esfuerzos] Erika no pasó ese mes. No la vi el ciclo siguiente, ni tampoco al otro, ni al otro. Pensé que ya habría tirado la toalla o quizás encontró algo en lo que sería mejor y que le gustara. Tiempo después, cuando ya estaba en Intermedio, la vi nuevamente en el Británico. Estaba diferente. Se le veía mucho mejor a como era antes. Incluso en su forma de ser. Aunque a mí me bastara tan solo, con verla con el cabello recogido.