sábado, 29 de marzo de 2008

UN AÑO


¡FELIZ CUMPLEAÑOS BLOG!


[¡vao' a chupar!]

viernes, 28 de marzo de 2008

APRENDIZ DE MONK


Ayer, después de tiempo, agarré un capítulo de Monk. Cuando la serie la daban de lunes a viernes, era un fanático de ella. Me vi la primera y segunda temporada de un viaje. Ahora por razones de estudio y porque no sabía qué días lo pasaban, dejé de verlo. Para los que no saben sobre la serie, trata sobre un tipo con múltiples fobias y manías, pero que es un capo como detective. Desde un principio se sabe quien cometió el crimen, pero lo interesante es ver como Monk lo descifra y encuentra detalles sobre que a nadie se le ocurriría.

Aunque el verdadero gancho es ver como Monk lidia con sus fobias y manías. Desde limpiarse la mano después de estrechársela a cualquier persona hasta pogonofobia [miedo a las barbas] Viendo lo exasperante y a la vez divertido que es vivir con estas costumbres, me puse a pensar en las mías para ver si afectaban tanto mi vida cotidiana como la del personaje. Rebuscando en mi memoria sobre mis momentos más weirdos pude encontrar las siguientes:

No soy muy partidario de ir a hospitales. Para ser franco, no me gusta ir a un hospital, clínica, posta hasta farmacia [el olor a farmacia es terrible] Me parece que hay mucha gente enferma y si vas a curarte de algo puedes salir enfermo de otra cosa con tanto agente de contagio. Si ya sé, puedo sonar un poco hipocondriaco, pero trato de tocar nada cuando tengo que ir a alguno. No soy un consumidor compulsivo de medicamentos, ni me gusta tomar pastillas [no puedo pasarlas] pero no me gusta estar en contacto con cosas que puedan enfermarme. No sé por qué. Quizás es una actitud de supervivencia que vive dentro de mí y de la que no me doy cuenta.

Si estoy en la combi y alguien estornuda, tose o respira cerca de mí, inmediatamente dejo de respirar. No importa si estoy en plena inspiración o expiración. Simplemente dejo de respirar. Pienso así que los gérmenes que la persona acaba de expulsar no entrarán en mi organismo. Si tengo una ventana abierta cerca, mucho mejor. Me acerco a ella y trato de respirar el aire que entra por allí. Si la combi está llena, estoy jodido. Igualmente me pasa en la calle. Si estoy caminando y tengo que pasar muy cerca de alguien a quien no conozco y no se ve muy saludable, contengo la respiración desde antes de llegar él/ella hasta estar a una distancia considerable pasos después.

Tengo que aceptar que soy un maniático con mis manos. Siempre tienen que estar limpias. No tengo toallitas con las que limpiarme después de darle la mano a alguien, a tanto no llego. Pero si por ejemplo, estoy ayudando a mi mamá en la cocina [así es, yo le ayudo a mi mamá en la cocina, es el precio de no tener una hermana] apenas toco algo, ya tengo que lavarme las manos. Pelo una papa, me lavo las manos. Pico una zanahoria, a lavarme las manos. Corto un limón, obligatoriamente tengo que lavarme las manos [el olor a limón en mis manos lo detesto] Si limpio algo, acabo de viajar en combi, uso la computadora, voy a dormir, a ver TV, etc. TENGO que lavarme las manos. No hay otra.

Y si tengo que ayudarle a mi papá en algo del carro, peor. Mi papá está acostumbrado a embarrarse las manos de grasa y cosas por el estilo. Es parte de su trabajo. Yo no. Cuando me pide que le traiga las herramientas para arreglar el carro que ya está viejito [el carro, no mi papá] trato de coger todo con la punta de los dedos. Mi papá siempre se queja de eso. Aunque ya estoy frito si me pide que me ponga a ‘mover’ cosas debajo del capot o limpiar una pieza que parece nunca haber estado limpia desde que la instalaron. Engrase total. No es que no quiera ayudar o que soy muy ‘niña’ para hacer esas cosas, simplemente es que no me gusta ensuciarme las manos. ¡No quiero ensuciarme pues! ¿Te jode?

Y finalmente está el baño. O mejor dicho MI baño. Aunque parezca gracioso, me cuesta usar un baño que no sea el mío, a menos que sea una emergencia, claro. Cuando voy de viaje a visitar familiares y tengo que quedarme en sus casas, tengo cierta reticencia a usar sus baños. Así estén inmaculados, igual no sé, el inconsciente me dice que ese no es MI baño. Que lo use con precaución. Si es el baño de algún amigo, desconocido o un baño público, prefiero aguantarme hasta llegar a mi casa. Es más, basta que vea un solo pelo, así sea en el lavadero, tengo que salir al instante de allí. Sabrá Dios que tipo de de pelo es ese ¿no?


Quizás tenga más fobias y manías de las que no me he dado cuenta. Dicen que no te das cuenta de estas cosas hasta que alguien te las dice [así me pasó con lo de mis manos] o hasta que te encuentras en una situación en la que tienes que quebrar esas ‘reglas’ [como me pasó con el baño] Eso sí, aunque me hagan notar sobre ellas o me dé cuenta que me estoy comportando como un weirdo total, no voy a dejar mis manías y fobias por nada del mundo. Y ahora si me disculpan, TENGO que lavarme las manos en MI baño.

pd. mañana mi blog cumple un año! será motivo de celebración, no?

martes, 25 de marzo de 2008

MI VERDADERA MEJOR AMIGA

Ayer, viendo Sony, me encontré con esto:


1. Mi mejor amiga también está mmhhh.. buenísima.

2. La 'amistad' entre un hombre y una mujer la inventó un hombre para verle lo 'divertido' a ella.

3. En cierta ocasión una quiso un masaje. Yo también. No hubo sexo pero sí más dolor.

4. Me enseñan la ropa con la que salen, pero no se cambian frente a mí. ¡Eso tampoco se hace!

5. Gracias mamá por enseñarme a combinar colores.

6. A mí también me importa la ropa que se van a quitar.

7. Su amistad nos hace mal. Sólo su amor nos hace bien [Marc Anthony dixit]

8. La cantidad de veces que he salido al cine, a comer y a hablar con una amiga han sido infinitas.

9. La cantidad de veces que he recibido un beso de despedida al costado de la boca son dos.

10. Si me ven alguna noche cojeando.. alégrense por mí! La voy a pasar muy bien con mi verdadera mejor amiga.

miércoles, 19 de marzo de 2008

LA TV MATA


Ayer mientras revisaba mis comentarios me di cuenta de la pegada que tuvo mi antiquísimo televisor que apareció en la fotografía que puse en este post. Si bien es cierto ya no lo utilizamos al pobre [qué creían, que todavía lo prendíamos en la sala? no pues, tampoco tampoco] y que con las justas está parado en un pata y media [la otra y media restante desaparecieron por culpa de las polillas], aún cumple su función de una suerte de estante en la cocina [con su mantelito para protegerlo del polvo] donde se encuentra la fruta del día.

Según mi papá, el televisor lo tiene desde antes de casarse con mi mamá, o sea ya tiene más de 20 años. Me acompañó toda la infancia hasta el final de la primaria cuando por razones de modernidad y comodidad, fue reemplazado por un Sony a colores de 21 pulgadas. Aún recuerdo los sábados por la mañana cuando, junto con mi hermano, nos levantábamos extrañamente más temprano que los días de cole a ver los Thundercats y los Supercampeones.

Pero vayamos al título del post. Esto pasó una tarde-noche según recuerdo; al año siguiente de la foto, en mi nueva casa. Acababa de llegar mi papá de trabajar y hablaba en la cocina con la chica que se quedaba cuidándome. Mi mamá aún no llegaba y mi hermano no estaba [no recuerdo dónde estaría para ser tan tarde] La cosa es que yo estaba emocionado [no sé por qué] y estaba correteando por toda la sala. Andaba en eso hasta que los vi. Unos libros de electrónica de mi papá sobre el televisor.

Desde peque siempre he leído todo lo que pase frente a mí. Dice mi mamá que cuando compraba los libros para el cole yo me leía los míos y los de mi hermano en una, mientras él seguía pegado a la tv. Así que, esos libros de pasta dura y color rojo eran una gran atracción para mí. Estaban ordenados sobre el televisor como si estuvieran en un librero, por lo que las letras doradas sobre el lomo los hacían aún más interesantes.

Mientras mi papá se cambiaba de ropa en su cuarto y la chica calentaba la comida para servirnos, yo trataba de cranear cómo llegar a esos libros. Todavía era muy chiquito para cojerlos, entonces quería subirme en algo para alcanzarlos pero no encontraba nada. Como la curiosidad ya me mataba empecé a saltar con el brazo estirado para cojer al menos uno pero nada. Cabe señalar que los libros no era lo único que había sobre la tv.

La antena [obviamente], papeles, adornos de plástico [uff] y de vidrio [ay!], más libros y hasta un cuchillo [qué hacía un cuchillo allí?] descansaban sobre el televisor. Entonces, midiendo alturas, tiempos y distancias, pero no riesgos, procedí a TREPARME sobre el televisor para llegar a los libros. Creo que los brazos ya estaban encima. Incluso creo que ya estaba tocando uno con los dedos. Pero fue entonces que la física hizo su efecto y aplicó a su amiga la gravedad con todo contra mí.

Sentí que el televisor empezó a temblar, después a tambalear, de adelante hacia atrás. Lo peor es que yo seguía tratando de alcanzar los libros [jajaja] Cuando di el último impulso, el más fuerte, todo el armatoste se me vino encima. Recuerdo claramente como después de estar viendo la pared, terminé viendo el techo. La inmensa pantalla del televisor cayó sobre mi tórax, brazos y piernas. Pero eso no fue todo. Ahora venía lo que estaba sobre él.

Los libros rojos cayeron a los lados de mi cabeza. Los adornos también. La antena y algunos papeles sí cayeron sobre mí [específicamente en mi cara] Y el cuchillo.. la verdad no sé donde cayó, pero al menos no lo sentí. Pero me salvé de haberme quedado noqueado con cualquier cosa que había allí. No grité. Estaba demasiado asustado para eso. Después de unos segundos de tener el televisor encima ya no podía respirar. Pobre iluso, traté de levantarlo con mis bracitos pero nada. Finalmente, con el poco aire que me quedaba lancé el grito de auxilio.

Mi papá llegó al instante y levantó el televisor de mí. No tenía roto nada y tampoco me dolía el cuerpo [qué extraño?] pero sí lloraba a mares por el susto que me acababa de llevar. Y lloré más cuando me di cuenta que venía la gritada de mi papá por hacer huevadas en la casa. Menos mal al televisor tampoco le pasó nada [creo que era lo que más le preocupaba, jaja] Cuando ya todo pasó, mi papá se fue a comer con mi mamá que ya había llegado, y yo me quedé en la sala consolado por la chica que me cuidaba [ganador!] y con uno de los libros que tanto quería en mis manos.

pd. y déjenme decirles que todo fue en vano, porque no entendí -ni entiendo hasta ahora- ni papa de esos libros con sus dibujitos de circuitos por todos lados :s

jueves, 13 de marzo de 2008

CARTA

Y qué difícil es
el hablarte de esto a ti
que de amor no te gusta hablar,
ni conmigo, ni sin mí.


Ayer te encontré de nuevo, Nanda. Ya empezaba a olvidarme de ti cuando te vi a lo lejos venir hacía mí. Claro, no venías hacia mí, sino que también salías de estudiar. Nos saludamos y no pude dejar de notar que seguías hermosa como siempre, y me odié por seguir pensando en ello. Mientras continuábamos con nuestra conversación superflua en la calle, no dejaba de notar que al parecer tienes el cabello más ondulado. No sé, las mujeres se hacen tantas cosas en el cabello ahora; aún así me encantas.

Dijiste que continuáramos el encuentro en otro lado, a celebrarlo, y fuimos a comer helado en un fast food. Como siempre, tú pediste, pues de esas cosas no conozco yo; y como siempre yo pagué, pues de esas cosas tampoco sabes tú. Mientras esperabas que te dieran los conos no podía dejar de mirarte. ¡Maldición! ¿Cómo haces para vestir tan fatalmente adorable? Toda ropa que vistieras siempre te quedaba bien, no importaba cual fuera. Era algo de lo que más me agradaba de ti.

Nos sentamos en una mesa vacía y disfrutabas tu helado. Yo seguía observándote. No habías cambiado nada, seguías igual; sólo por tu cabello. Nuestra conversación seguía con banalidades, estudios, familia, amigos. Hasta que empezamos a recordar los buenos momentos que habíamos pasado, las salidas, los cines, las comidas, las conversas. Reíamos con mis torpezas a la hora de pagar y tus elecciones fallidas. Con mis chistes mal hechos y tus murmuraciones inaudibles.

En eso disparaste. Que seguías saliendo con Jaime, que las cosas iban muy bien y acababan de cumplir un año. No sé por qué lo dijiste. Quizás era porque la conversación se iba tornando más personal, más profunda y querías cortarla en un instante. No supe qué decir, me agarraste frío, y creo que lo notaste. Pensé seguir con los recuerdos como si nada hubiera pasado pero me pareció fuera de lugar para ese momento. Un silencio incómodo se estableció ente nosotros.

Me pediste el celular y a cambio me diste el tuyo. Era la primera vez que lo veía pues era nuevo, y aunque siempre nos timbrábamos por las noches o nos mandábamos mensajitos zonzos, no encontré ningún rastro sobre mí en él. No era que lo esperara, pero al menos tenía la esperanza de que los guardaras así como yo con los tuyos. ‘Cuidado con los mensajes privados’ me dijiste, en clara intención de que los vea. Te seguí el juego y encontré varios de ellos en tu buzón.

‘Es obvio’ pensé. Mientras, tú jugabas con el mío escuchando los tonos y viendo los videos. Yo solo miraba los mensajes que intercambiabas con tu enamorado. Al rato pude notar que estabas mirando los tres videos que tenia de ti. Dos de ellos jugando en una computadora y el otro en el cine. En ellos reías y posabas para mi lente inexperto. Mientras los mirabas también reías al ver lo que hacías. Me preguntaste que por qué aún los tenía allí, y te dije que era un recuerdo que no quería borrar. Manipulaste un poco más el teléfono y me lo devolviste.

‘A ver si notas si falta algo’ me dijiste y lo primero que revisé fueron los videos.. que ya no estaban. Me enojé. Me enojé demasiado. No lo podía creer, no lo podía soportar. Tampoco, me pude controlar. ‘¿Qué has hecho? ¿Dónde están mis videos? ¿Por qué los borraste?’ Tú seguías riendo y me decías que lo borraste porque no te gustaba como salías en ellos. ‘¿Estás loca, no?’ te dije, pero seguías riendo. Me daba más cólera aún que no entendieras porqué estaba molesto.

Te devolví tu teléfono. Te dije que me iba y empecé a recoger mis cosas. Me contestaste que no me ponga así, que era un simple video y que no sabías que significaba tanto para mí. ‘Además ya fue ¿no? Ya no se puede recuperar. Noté el claro doble sentido con que dijiste la última parte y me sentí herido en mi orgullo propio. ‘Tú ya no eres quién para meterte en mis cosas. Me arrepiento de haberme encontrado contigo’ le dije jodidísimo.

Te sorprendiste pero te recuperaste al instante ‘¿Sabes qué? Yo también me arrepiento de todo. Y no te muevas, que creo que mejor me voy yo’ anunciaste dramáticamente mientras ponías cara de resentida y cogías tus libros. Para ese instante, ya no me importaba. ‘¡Vete entonces! ¡Eso es lo mejor que sabes hacer!’ fue mi respuesta. Me miraste, te paraste, y te fuiste. Cinco minutos después, me di cuenta que la cagué.

No sé si me comporté como un niño. Creo que sí. Creo que fue una sobre reacción, que me enojé demasiado por algo que como tú dijiste ‘ya no se podía recuperar’. Pero me dolió. No solo por el hecho de haberte metido con cosas que no son tuyas [‘qué confianzas son ésas’ habría dicho tu mamá] sino porque borraste un grato recuerdo que guardaba de ti. Pero por ahora no quiero seguir con esto. No quiero repensarlo. Tampoco regreso tus timbradas. No contesto tus mensajes. Sigo empinchado con todo. Lo siento. Ya pasará. Apago el celular.

lunes, 10 de marzo de 2008

THE ALTOGETHER

Ayer soñé que hacía el 'The Altogether'



Tengo que dejar de ver parodias en Youtube..



..y Vh1 también

sábado, 8 de marzo de 2008

MUJERES

Hoy es el Día Internacional de la Mujer.




¿Y el Día Internacional del Hombre?




Ah, claro. Para eso tenemos los 364 días que quedan.




pd. todo con buena onda, no se me tiren encima las manuelas o las floras.

miércoles, 5 de marzo de 2008

THIS IS HOW YOU RE FIND ME?

Como también estoy escaso de ideas para postear [creo que a la mayoría de la blogósfera le ha dado una 'lageada' después de la reuna Blogitzer] voy a poner algo que siempre he querido hacer: ¡Cómo llega la gente a mi blog! Ya saben la mecánica, no? Pongo la frase de búsqueda, hago un pequeño comentario y ustedes celebran la ocurrencia. Ok aquí vamos:

¿Cómo sé si soy sexy?: hazte una cuenta en Facebook y espera a que te llegue esta cadena.

¿Por qué soy alérgica?: no soy un especialista en la materia [a pesar que tengo varias] pero te recomiendo un alergiólogo [¿así se llaman?]

Mensajes subliminales: cuando vi a Darth pensé que era un tipo de sello puesto por el que había subido el video. ¿Alguien ya encontró las lámparas Vader?

Cachimbos mujeres: quiero pensar que estaba buscando si alguna amiga suya había ingresado a la universidad.

Fui a la puerta de un canal: ¿eres otro de los que aún Genaro no les paga?

Cinco años sin verte ¿y ahora?: pues mínimo su becho y su abacho cuando llegue, no?

Radio La Mega: ¡Sólo música bravaza! [por qué asesinan el español poniendo: 'konkurzoz bravazoz' en su página web?]

Música de Hitch enseñando a bailar: pues tienes esta y esta. En ambas es un mate de risa.

Alergias olfativas: ¿otra vez?

¿Cuándo fue ayer?: ayer, fue lunes, hace 13 horas aproximadamente.

Y la ganadora de todas con más de diez búsquedas:

Videos porno peruanos: hasta ahorita me estoy matando buscando dónde escribí algo parecido a eso.

pd. título inspirado en la great rock song de Nickelback

sábado, 1 de marzo de 2008

FOTO MM

A pedido de tasteless, vámonos con el segundo mm. Esta vez toca poner una foto de tu chiquititud. Así que, aquí está:


Para que vean que desde chiquito ya era competitivo


No, mentira. Ahora sí en serio, después de revisar en los metros, litros y kilos de fotos que mi mamá tomaba compulsivamente cuando era peque, encontré esta que me gustó y que presento a continuación:


Frankie.
O, en ese entonces, Francito


Año: Mil novecientos qué te importa.
Edad: Cuatro o cinco años, por ahí, mita-mita.
Lugar: La sala de mi ex-casa en el Callao [¿pueden creen que todavía tenemos ese televisor?]

Cuenta la leyenda, que un día mi mamá se dio cuenta de que no tenía ni una foto mía con terno. Entonces, aprovechando que tenía mi terno a la mano y una foto restante en el rollo, me hizo posar inmediatamente para la posteridad. Lo que sí no sé, es qué me habrá dicho para estar riéndome así [aunque yo me río fácilmente] Les gano, eh? En las que he visto hasta ahora todavía no había nadie riendo.

pd1. este mm no se lo paso a nadie porque entre tasteless y Franco ya se encargaron de pasárselo a todos los que conozco. Pero si igual te gusta y aún no lo haz hecho, puedes jalártelo.

pd2. esa imagen de Nike la hice para un trabajo en el Insti, así que todos los derechos están reservados [a menos que a algún creativo se le haya ocurrido antes que a mí]