martes, 31 de marzo de 2009

LA DIETA DEL DURAZNO


1. Consigue un buen durazno [pueden ser dos]

2. Cómetelo/s.

3. Quédate con la pepa en la boca.

4. Juega con la pepa en la boca todo lo que quieras [muérdela, chúpala, cáscala, etc.]

5. Para cuando te des cuenta, habrán pasado horas y no probaste bocado alguno.


Tengo que patentar este método.



pd1. dieta no aprobada por el dr. olaya.
pd2. efectos secundarios mínimos [hambre]
pd3. si el problema persiste, consulte a su médico.

domingo, 29 de marzo de 2009

DOS AÑOS


¡FELIZ CUMPLEAÑOS BLOG!


[¡vao' a chupar!]


[again! xD]


sábado, 28 de marzo de 2009

BEST LOVE SCENE EVER




Espero algún día poder hacer lo mismo =)

Espero que sea con Keira Knightley x)

Espero que me haga caso xD


miércoles, 25 de marzo de 2009

EL NABO

Ayer fue el tercer día consecutivo en que no podía quitarme de la cabeza los tres cuentos que vinieron inesperadamente a mi mente. Estos tres cuentos que vagamente aparecen y desaparecen de mi memoria, formaban parte de un libro en el que venían varios de ellos. Aunque de lo que no estoy muy seguro, es si todos pertenecían a los mismos autores: los hermanos Grimm.

De niño no era mucho de leer cuentos. Para empezar, nadie me los leía pues no tenía nadie en casa que lo hiciera. Y para cuando precozmente aprendí a leer, no tenía cuentos para hacerlo, pues los pocos que habían ya estaban desparecidos, deshechos o imposibles de leer. Es por ello que me conformaba con leer los libros de colegio de mi hermano, un año más adelante que yo.

He ahí la razón por la cual no sé cómo terminan la mayoría de cuentos para niños. Es verdad. No sé si el Soldadito de plomo termina sin su pierna o aparece un Hada mágica y se la regresa. No sé si Ricitos de Oro logra escapar con vida de la casa de los tres osos después de comerse su avena. No sé si Hansel y Gretel logran escapar por completo de la vieja bruja antropófaga malvada.

Sé, por cultura general, que Blancanieves despertó después de haber comido la manzana embrujada; que la Cenicienta terminó casándose con el príncipe después de que le quedara el zapato; y que Caperucita logró salvarse del lobo porque llegó el leñador. Aunque aquí tengo una duda: ¿apareció de nuevo la abuelita? Una versión que leí decía que el leñador, cual cirujano, abrió al lobo para sacar a la abuelita de adentro de él.

También sé que el Patito feo terminó convirtiéndose en cisne y que el lobo no pudo contra la casa de concreto de los Tres chanchitos. Pero de los que no tengo la más mínima idea son de El gato con botas, Pulgarcito, y más o menos Pinocho. Este es un caso especial porque a Pinocho lo tengo enredado en la cabeza entre tantas aventuras que por ahí he escuchado sin ponerles orden aún.

Esos son los pocos cuentos que conozco al menos de oídas. Caperucita fue el único que en realidad leí por completo. Estoy seguro que existen más y ustedes conocerán muchos más aún, y es por eso que quiero que me ayuden a encontrar unos que como conté, acaban de regresar a mi mente.

No recuerdo exactamente que edad tenía ni qué año era, pero habrá sido entre los cinco y siete años. No sé cómo llegó tampoco a mis manos pero el libro ya estaba allí. Preguntándole a mi mamá, que tampoco recuerda, supone que ella lo trajo pues a ella también le gustan los cuentos. Y este libro traía varios de ellos. La poca descripción que tengo de él es culpa de mi memoria selectiva.

Recuerdo que era azul y traía un dibujo que abarcaba casi todo el frente. Este dibujo incluía el nombre del libro, que exactamente tampoco recuerdo, y un paisaje de un bosque con un río o un lago. El tipo de dibujo era realista y de estilo europeo, de acuerdo a los cuentos que venían dentro. La tapa era dura y las hojas blancas, gruesas y brillantes.

El libro traía más de diez cuentos. Cada uno de ellos venía con dos o tres dibujos que abarcaban una parte de la hoja y que compartía con el texto. Los dibujos, al igual que el de la portada, eran realistas y predominaban los rojos y marrones. Sobre los cuentos, sólo recuerdo tres.

Curiosamente, del único que recuerdo su nombre es uno que nunca llegué a leer. Se llamaba El Nabo y era el último cuento del libro. De los otros dos solo tengo vagos recuerdos de ciertas partes. En uno una mujer amarraba un hilo a un escarabajo para poder escapar del castillo donde estaba encerrada; y en otro había unos diamantes que estaban escondidos o que se convertían el algo distinto.

Son pocos recuerdos pero después de tres días es todo lo que vuelve a mi mente. Este fue el primer libro de cuentos que leí en serio. Y sonará a chiste que siéndolo así no recuerde más de tres. Con los años el libro pasó al olvido y de tiempo en tiempo lo veía en algún librero de la casa. Aún lo recuerdo deshojado y maltrecho por el descuido, hasta que un día desapareció por completo, quizás en el tacho de la basura.

Dirán que sería más fácil googlear los cuentos o buscarlos en Amazon, pero así se perdería la magia. No hay nada como volver a sostener el libro perdido de la infancia y traer de vuelta aquellos momentos en los que tu imaginación empezaba a volar tempranamente. Ojalá pueda volver a tener ese libro de nuevo, aunque sea prestado o en nueva edición. Y por fin saber realmente de qué trataba El Nabo.

sábado, 21 de marzo de 2009

NO ME ABRAN LA PUERTA

Ayer casi tuve una pesadilla. Y digo casi porque supe despertarme a tiempo. Casi siempre tengo pesadillas después de despertarme por la madrugada y, al quedarme dormido nuevamente, estas aparecen cuando ya es casi el amanecer. Y no solo pesadillas, casi todos mis sueños son cerca del amanecer. Después de una pequeña investigación, creo que así es para todos.

No soy de lo que se despiertan gritando y pataleando cuando tengo pesadillas. La mayoría de ellas logro despertar a tiempo como dije y si bien estoy shockeado por lo que acabo de soñar, al rato vuelvo a quedarme dormido. Solo dos pesadillas en toda mi vida han logrado que me despierte misma película de terror moviéndome y haciendo ruidos hasta que alguien llega y me despierta.

La primera fue hace unos años en un viaje de vacaciones a la casa de mi papá, donde nos quedaríamos un par de noches por lo que solo dos camas fueron armadas. Incómodo por dormir con mi hermano [que se revuelca en la cama] el sueño no venía a mí, así que me puse a escuchar música en mi walkman. La noche avanzaba y seguía sin dormir, entonces tomé acciones drásticas.

Sintonicé una radio de noticias y esperé hasta que me aburra de escucharla a ver si así me daba sueño. Y dicho y hecho me quedé dormido al rato. Aquí es donde empieza la pesadilla. No sé cuánto habrá pasado pero entre sueños volví a escuchar la radio y el locutor daba nombres de políticos, específicamente de congresistas, creo. Entonces la realidad se cruzó con mi sueño.

Estaba de pie frente a la puerta del cuarto mirando a través del vidrio que tenía la puerta en su mitad superior. Al otro lado veía a muchas personas que iban apareciendo según el locutor daba más nombres. Aunque parecían no tener la intención, yo empecé a gritar como loco para que no entren. En ese momento, en que empecé a moverme y murmurar, mi hermano me despertó.

La otra fue hace unos días. Esta vez en casa, acababa de ver una película en la que alguien tenía una pesadilla y se despertaba de improviso. Me puse a pensar hacía cuánto no tenía yo un sueño así, y en realidad solo había tenido uno, que es el que acabo de contar. Pensando como sería tener otro así, apagué la TV y me dormí. Creo que eso me sugestionó porque esa misma noche tuvo su efecto.

En esta ocasión sucedía en la habitación que comparto con mi hermano. Al lado de mi cuarto hay un patio interior que nos da luz por una amplia ventana. Según el sueño, yo me despertaba y mi hermano, sentado en su cama, me decía que Maradona [sí, el Diego] estaba en el patio interior y que vaya a verlo. Pero yo me negaba rotundamente [será porque no me cae Maradona]

Entonces mi hermano y otra persona más [de esas que no sabes quiénes son pero que siempre se meten en los sueños] me empujaban fuera del cuarto hacia el patio. Este tenía la puerta cerrada y yo ponía la mano sobre ella para no entrar mientas mi hermano y la otra persona me empujaban. Como el sueño anterior, es aquí donde empezaban los movimientos y gemidos hasta que me despertaran.

Si bien las pesadillas fueron medio idiotas [¿políticos y Maradona?] el efecto que tuvieron fue el mismo que cualquier pesadilla de terror. Ahora, no soy un experto en sueños y tampoco quiero serlo, pero veo que en estas dos pesadillas el factor común o recurrente es la puerta. Tanto en el primero donde no quiero que nadie entre, como en el segundo donde yo no quiero salir.

No sé que significará soñar con puertas. No quisiera googlearlo y menos que me lo cuenten pues podría sugestionarme peor. Y así, la próxima vez, quizás sí termine perdiendo contra la puerta.

miércoles, 18 de marzo de 2009

ESTE BLOG ES UNA JOYITA

La semana pasada, Cris y Cafeinómana [gracias chicas] otorgaron a este blog el premio 'Este blog es una joya' y la verdad es que parece un meme disfrazado de premio pero en fin, la premiación y el reconocimiento es lo que vale =D [¿por qué la mayoría de estos premios están en portugués?]

Así que aparte de agradecer y aceptar este premio, también tienes de tarea colocar cinco personajes con los que te gustaría tener una cena y el por qué. Pero como a mí me gusta salir en mancha, sino no salgo, esta cena de seis serían estos cinco más yo:


Jesús: ¿No sería chévere poder conversar con Jesús? Y no me vengan con que: 'Yo hablo con Jesusito todas las noches antes de dormir'. No pues. Yo quiero una conversación en la que yo le pregunte y Él me responda y viceversa.

J.K. Rowling: porque tiene una deuda conmigo... ¡JK me debes un capítulo! ¡Me debes el último capítulo del último libro! Está bien que poniendo tu epílogo callaste a todos sobre el futuro de HP, pero yo quiero saber qué pasó después que todos los directores apalaudieron a Harry pues!

Gokú: porque es un héroe de infancia. No hay nadie como Gokú para demostrar que siendo tan inocente puedes llegar a ser tan buena persona. Además, me sirve como chaleco por si Rowling se pone faltosa.

Nopo: otro héroe de la infancia a quien se le extraña entre los base dos y tres. Eso sí, que no hable nada. Así se le conoció y así debe quedar. Si quiere que venga con su locutora en off, pero que se siente en otro lado porque ya no hay sitio en la mesa ¡Y que traiga sus papelitos!

Gonta: porque, bueno, Nopo no va a ningún lado sin Gonta, no?


Entonces, haciendo un esfuerzo mental sobre como sería esa cena entre los seis, llegamos a esto:



Para finalizar, se supone que tengo que entregar el premio a diez blogs más y decir por qué. Así que los ganadores son: Franco, Mili, Tasteless, Mariavane, chOc, aloony*, Karen, Fiore, 1000en@ y Lara ¿Por qué? Porque aparte que su blogs son una joya, no puedo dejar de leerlos =)


pd1. no sabía que gonta andara descalzo debajo del traje.
pd2. qué tal mi pose reggaetonera en la foto? se apuraron en tomarla y no terminé de sacar los dos dedos.
pd3. al final gonta se cruzó con el vino y se puso cariñoso con jk. nopo se puso celoso y se fueron discutiendo.
pd4. gokú y jesús se hicieron patazas, intercambiaron mails y se quitaron volando. lástima no jalaron a nadie.
pd5. ah! y rowling se me hizo la loca con lo del último capítulo. maldita.


miércoles, 11 de marzo de 2009

NO SÉ SI AÚN ME RECUERDAS

Mónica estudiaba conmigo cuando recién entré a la Villa ya muchos años atrás. Teniendo solo quince años, todo el mundo me miraba raro y yo, creyendo que era lo máximo en Literatura [carrera que estudiaba] me di con la realidad que no era nada ni nadie en comparación con el resto de estudiantes. Y no habría nadie mejor que Mónica para ayudarme a darme cuenta de ello.

En el primer año todavía no me fijaba en ella ni siquiera como amiga. Andaba más ocupado tratando de adaptarme a la nueva vida de la universidad, al nuevo ambiente en el que me tenía que desenvolver [el Centro de Lima] y a sacarme de encima a un idiota que se la prendió conmigo [así es, en la universidad todavía me lorneaban, para que vean] El primer año no fue muy bueno.

Pero en el segundo algo cambió. Debió ser que me di nuevos ánimos o que ya había agarrado más cancha. También ayudó el que me sentara más cerca de ella y su grupo, por lo que así pude llegar a relacionarme con más gente. Cabe destacar que los salones eran inmensos y fácilmente podías no llegar a hablar con alguien en todo el año; y si era alguien como yo con mucha más razón.

Fue así que se produjo la primera oportunidad de trabajar juntos en un grupo cuyo curso no puedo recordar. Si bien éramos cuatro en ese grupo, junto con mi mejor amigo y su mejor amiga, casi todo el trabajo lo hacíamos Mónica y yo. Así fue como empezamos a pasar largas horas en la humilde biblioteca de la facultad, contándonos tonteras y poco a poco haciéndonos amigos.

Desde ahí usábamos algunas mañanas para pasear por el campus. Aunque solo contara con tres patios y una cafetería, era divertido darle vueltas enteras atravesando y deteniéndonos en cada uno de ellos. Cuando nos saltábamos las clases hacíamos lo mismo o, llegando al límite de la monsedad, jugábamos ajedrez en las mesas con tableros. Nos gustaba pasar el tiempo juntos.

Fue Mónica la que me inició en uno de mis grandes fanatismos. Una mañana de mayo, en la cual se tenía que realizar elecciones para elegir al consejo universitario o algo por el estilo, esperaba en las afueras de la universidad cerrada junto al resto de estudiantes. Mónica me encontró entre la multitud y mientras pasábamos el rato me prestó un Dominical de El Comercio para leer.

– ¿Has leído este libro Mónica? –pregunté.
– Claro, tengo los cuatro –me respondió.
– ¿Y qué tales son?
– Buenazos. Si quieres te los presto. Te van a gustar.

El lunes siguiente, después de pedírselos, mi mamá apareció con los dos primeros libros de Harry Potter, los cuales leí y releí en dos semanas, quedando fascinado con ese nuevo universo y compartiendo mi nuevo fanatismo con Mónica.

Semanas después, cierta mañana de julio, la acompañé a la bulliciosa cafetería de la universidad. Mientras Mónica pagaba en caja lo que fuera a comprar, me detuve detrás de ella mirando el canal musical que emitía el televisor colgado en la pared de atrás. En realidad, no podía escuchar la música y me concentraba por identificar al grupo que aparecía en el desconocido video.

– ¿Te gusta esa canción? –me preguntó sacándome de mi estado de concentración.
– No –fue mi respuesta inmediata.
– A mí sí –continuó ella– Es una canción hermosa ¿no te parece?
– La verdad nunca la había escuchado.
– Deberías. Sé que te va a gustar –me dijo risueñamente.

Ese julio recibí uno de los pocos regalos de cumpleaños que haya tenido. Un CD de La Oreja de Van Gogh con la canción 'La Playa' resaltada en la parte trasera. Lo recibí agradecido y emocionado a pesar de todavía no tener en casa una radio que toque CD’s.

Lamentablemente, antes de finalizar el año, ya estaba hecho que tenía que abandonar la Villa. Los problemas de la universidad, la falta de clases y profesores y el hecho que a mi papá no le gustara mi carrera, se juntaron para que empiece a faltar descaradamente, a veces hasta semanas enteras. Al cabo de un mes, desperté un día y dije que ya estaba de vacaciones. Aunque así no lo fuera.

No volví a ver a Mónica. En ese tiempo los celulares no pululaban tanto como ahora, los correos no se pedían como quien pide la hora y el messenger se desconocía como fórmulas de física cuántica. La última vez que la vi, curiosamente me pidió que la acompañara a tomar su carro a la salida, cosa que nunca hacíamos pues tomábamos rumbos distintos. Quizás ella ya se lo imaginaba. Así como todo lo que ya sabía que me gustaría.

miércoles, 4 de marzo de 2009

MM ALEGRE

Ayer entró un resfriado terrible a mi pacífica existencia por lo que el post que tenía programado escribir se truncó pues no podía armar dos frases seguidas sin estornudar. Eso me pasa por comer demasiados adoquines de lúcuma por la noche, pero es que me salieron tan buenos que parecían hechos por la misma D’Onofrio. En fin.

Así que para no dejar de postear y como ya me dio pereza escribir lo que tenía pensado escribir, me robé un meme que encontré por ahí en el blog de dmOon y Marquinho en el que tienes que poner las seis cosas que más te gustan y te alegren el día. Para estos momentos en los que me siento tan mal, no hay nada como esto para levantarse el ánimo.


SEIS COSAS QUE ME GUSTAN Y ME ALEGRAN EL DÍA

1. Despertarme tarde.

2. Que hagan aguadito con tallarines para comer.

3. Gritar un gol [así sea del Deportivo Once Amigos]

4. Encontrar cinco soles en mi cajón [me pasa siempre]

5. Ver una película demasiado buena DESDE el principio.

6. Que me salga una cosa extremadamente bien y sentir ese alivio.



Se supone que tengo que dejar el meme para que lo hagan otras seis personas, pero creo que todos ya lo hicieron. Así que para los que lo acaban de leer y todavía no lo han hecho… ¡¡QUÉ ESPERAN!!