FIESTA DE ENSUEÑO
Ayer por la noche vinieron a buscarme mis amigos para salir a tonear como desadaptados según me dijeron, así que nos subimos la instante al carro de mi pata, un Mitsubishi Galant deportivo plateado, en el cual surcamos las principales avenidas de Lima recogiendo gente que no conocía a toda velocidad con tal de llegar a nuestro destino: una súper fiesta privada en un balneario perdido del sur, del cual no tenía idea cómo se llamaba pero que cuando llegamos estaba repleto de gente, que tampoco conocía, que bailaba la música que salía de una disco-casa y tomaba a más no poder todo tipo de trago que no sabía cómo aparecía siempre en manos de todos, incluso de las chicas ricas y apretaditas que bailaban con cualquiera que se le ponga al frente y no le hacían ascos a nada ni a nadie y todos andaban así recontra deshinbidos, tanto que empezaron a correr a tirarse al mar y yo que pensaba que a qué hora llega la policía para detener a todos estos, pero como no pasaba nada y los amigos con los que vine desaparecieron de mi lado me metí a la disco-casa donde la fiesta aún estaba mejor pues las chicas allí estaban más ricas y apretaditas y el trago que no dejaba de aparecer y la música que no dejaba de sonar y las chicas ricas y apretaditas que no dejaban de bailar y yo que me quedaba dormido...
Después me desperté y me di cuenta que todo había sido un sueño.
Caray, tengo que dejar de ver Wild On! antes de dormirme.