martes, 22 de enero de 2008

IN MEMORIAM


Boby
(1994 - 2008)



En la mañana del viernes 18, a sólo tres días para regresar a Lima, mi familia y yo recibimos la triste noticia que nuestro querido Boby se encontraba muy mal. Fue una angustia terrible estar esperando reportes durante toda la mañana para saber la situación de nuestro perro por parte de las personas que se quedaron cuidando nuestra casa. Finalmente, en horas de la tarde, nos confirmaron que Boby ya se había ido. A pesar de sus trece años, aún no estaba para llegar a su final, aún se encontraba fuerte. Cuando llegamos ayer por la mañana, ya no había quien nos recibiera con sus ladridos, ni quien nos salte sobre las piernas, ni quien husmeara las bolsas para ver que le habíamos traído. Y creo, que lo que más pena nos da, es no haber estado contigo en esos últimos momentos. Perdónanos por ello Boby, que siempre te extrañaremos. Demasiado.

14 comentarios:

RacuRock dijo...

asi pasa.. llo siento.. el mio se suicido.. y fue triste tambien`

Matías dijo...

Es una pena, pero ya lo superarás. Lo perros son lo máximo. Yo entiendo tu pena. Yo tengo actualmente 6 perros, y son lo máximo. Llegan a ser parte de la familia. Fuerza Frankie!!!

Unknown dijo...

Lo lamento bastante. Sé muy bien que es dificilísimo pasar por una situación así. Pero ánimos. Lo que Boby te dio, todo el cariño y la compañía, y hasta lo que quizás aprendiste de él, lo llevarás para siempre dentro tuyo :)

Imberbe_Muchacho dijo...

que pena, la amscota siempre se vuelve parte de la familia
mi mas sentido pesame

Gabriela Taipe dijo...

Ohhh...cuanto lo siento si cuando mi perro se pierde no mas estoy que em desespero ,recuerdalo siempre y que se quede contigo todo los buenos momentos y todas las alegrias que te dio :P.

PD:al fin volviste!! =D

Anónimo dijo...




Algo asi paso con la mascota de mi familia tb... Cuando todos vinimos a gringolandia, alla se quedo mi abuelo y mis primos con Croker asi se llamaba nuestro perro. El tenia 16 anhos estaba bien parado, pero por desgraia aparecio por ahi una mala persona que le dio veneno y murio...
Cuando nos dieron la noticia, todos lloramos, yo estuve depre por mas de una semana.. Fue horrible.


Unknown dijo...

no me atrevi a leerlo, porque mi perro esta lejos de mi tambien y si te leo lloro.

que estes mejor

un bso

. dijo...

Yo tengo una perrita que es la alegría de mi casa y ya tiene 10 años!! Me dio una pena leerte, que lindo que le hayas hecho este homenaje.

Dragón del 96 dijo...

Oh, yo he sufrido mucho por la perdida de mascotas, grandes, pequeñas, caninas, roedioras o aves... pero creo que la de los perros es la que mas duele (en mi caso, que me gustan mucho).

Slaudos.

Hot Woman dijo...

Lo siento, cuando perdemos una mascota es muy doloroso. Al igual que Dragon a mí lo que más me ha dolido es perder a mis perros.
Saludos, vendré pronto a visitarte

Hot Woman dijo...

Lo siento, cuando perdemos una mascota es muy doloroso. Al igual que Dragon a mí lo que más me ha dolido es perder a mis perros.
Saludos, vendré pronto a visitarte

la homiguita lucida dijo...

yo tambien no estube en la muerte de mi perro...

Me Myself & I dijo...

Que cosa más triste que perder esa clase de compañeros, que siempre están a nuestro lado y nos hacen reír y nos dan su calor. Pero así es la vida. Desgraciadamente no viven tanto como nosotros y eso duele, pero uno tiene la oportunidad de hacerlos felices. Por ahora, he estado años sin mascotas, pero de niña tuve un perro que tenía algunos problemas y él sólo acabo consigo. Es algo muy triste. Al menos el tuyo estaba sano.

Martha Vicente dijo...

“Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos”
( Epitafio que Lord Byron dedicó para la tumba de su perro).





MOTITA
(28.02.94 – 11.09.07)


Hace un año partió mi bebé peludo, así llamaba a MOTITA, mi perrito. Siempre creí que era un angelito pues con su llegada nos integró más como familia, si bien era la mascota de mi hijo, mi esposo y yo lo consideramos el hijo menor, rápidamente se ganó nuestro afecto, pues era tierno, juguetón, muy cariñoso, realmente un gran compañero. Recuerdo con nostalgia los momentos compartidos durante los 13 años y medio que estuvo con nosotros; algunos felices, otros de angustia, de pena. Como olvidar que siendo un cachorrito nos despertó con sus ladridos pues unos ladrones habían logrado abrir la mampara y las ventanas de nuestra casa con intenciones de robar; que cuando regresaba del trabajo, me esperaba en la esquina junto a mi esposo saltando de alegría al verme bajar del micro; que acompañaba a Alfredito en sus largas noches de estudio preparando sus exámenes y de su tesis. Que buen compañero era mi Monchito. Hoy ya no está, pues una insuficiencia renal lo apartó de nosotros, dejando un gran vacío en nuestro hogar y nuestros corazones quebrantados, pero en medio de tanto dolor sólo me reconforta el saber que su sufrimiento fue corto, que ante su repentina enfermedad, hicimos todo por aliviar su mal pero por su avanzada edad era muy difícil. Alfredo, mi hijo no estaba enterado de la enfermedad que aquejaba a Motita pues se encontraba en Arequipa debiendo retornar en dos semanas y sufría al imaginar que cuando regresara no encontraría a su mascota, pero DIOS obra milagros, mi hijo llegó de improviso, y Motita se mejoró un día para empeorar al siguiente y por ello tomamos la más triste decisión: Dormirlo, pues alguien tan noble, no merecía sufrir, sino un dulce sueño. El nunca se quejó, hasta el final siempre nos acompañó. Sus restos fueron cremados y reposan en un lugar especial de nuestra casa. Nunca me cansaré de agradecer a Dios por todo el amor que nos prodigó Motita, por los momentos de felicidad que disfrutamos en su compañía, y que ahora en su nueva morada, se deleitan con él todos los ángeles, santos y almas buenas que habitan el Cielo, porque yo creo que también existe el cielo para los perros. Nunca imaginé querer tanto a mi chiquito, y a pesar del tiempo transcurrido no hay día que no lo recuerde y no puedo evitar llorar cuando veo su foto, su osito o su ropa que son testigos mudos que algún día vivió entre nosotros.

Gracias Motita, mi buen amigo, por traer alegría a nuestras vidas, por tus muestras de cariño y por enseñarnos cuan grande puede ser la nobleza de un animalito. Adiós mi fiel hijito, nunca te olvidaré. Dios quiera que volvamos a encontrarnos. Descansa en Paz!!!

Con amor de tu mamá.


Martha Vicente