SOY ALÉRGICO A:
El polvo: en mi casa se acumula cantidades industriales de polvo casi todos los días. Es increíble ver que a la mañana siguiente los esquineros, repisas, escritorios y hasta mi compu amanecen cubiertas por una fina capa de polvo que se limpió el día anterior. Limpiar el carro de mi papá cuando vamos a salir es una pesadilla. Al menos me salvo de limpiar cualquier otra cosa en la casa ya que debido a mi alergia, ante la mínima sacudida del plumero o escoba, empiezo a estornudar por tiempo indeterminado.
Las frituras: noo! no a comer frituras, eso no, menos mal. Si no al olor que se produce al freír pollo, pescado, canchita, lomitos, papas fritas y especialmente harinas [léase empanadas, apanados, torrejas, etc]. Sin embargo, cuando las como no siento nada [solo placer] ni me causa ninguna reacción, por lo que creo que mi verdadera alergia es al aceite en pleno trabajo, ese aceite quemado que está listo para lubricar cualquier motor de bus-camión.
El chocolate: esta si es la única cosa que me causa alergia por ingerirla. Pero no una alergia que me enronche y me hinche [la hinchada viene después, en la panza y la papada] sino una alergia de estornudos también. Es que cuando como Sublime [el único chocolate que como, así sienta que me están metiendo el finger a pesar que ya volvió a su tamaño real] hay veces que el contacto del chocolate con el paladar me produce una irritación terrible que me hace estornudar como loco y me malogra el disfrute.
La colonia de hombre y el perfume de mujer: esto está relacionado a dos experiencias traumáticas de mi chiquititud: una vez, a punto de salir a una fiesta, mi madre me bañó con el Kálos famoso en aquella época, de mi padre y no paré de estornudar hasta volver a casa y cambiarme de ropa. La otra vez, ya más grandecito, salíamos en un grupo de amigos y cada uno se buscó su pareja [hombre – mujer obviamente] mi pareja tenía un perfume [o diría puzanga yo que sé] que me taladraba las fosas nasales, no pudiendo aguantar ni cinco minutos para empezar con la estornudadera de nuevo. Y este sí que es un verdadero problema pues. No uso colonias por que la mayoría me produce alergia [que quieren, que use Agú?] y acercarme a alguien también tiene su precio, si está totalmente atomizado pues que soporte la lluvia venidera.
Los olores fuertes: y a que me refiero con los olores fuertes? Digamos que al olor de la cera [cuando enceran en mi casa no vuelvo hasta la noche], pinturas, disolventes, ambientadores [hay un Sapolio olor a ‘rosas’ que más parece Raid], pinesoles [especialmente unos rosados bien bambas], pegamentos [incluido terokal por siaca], plásticos [no todos, algunos si huelen rico y me devuelven a mi infancia], detergentes [fuiste Bertie], pinta uñas, quita pinta uñas [creo que se llama acetona?], puestos de venta de muebles, rejas y accesorios, y last but not least la sección pollos a la brasa de cualquier supermercado [es una cosa realmente espantosa]
Esas son, amigos blogleyentes, las más comunes de mis alergias. Si se dan cuenta, la mayoría son olfativas, así que debo tener una naricita bien sensible, seguro. Si se me olvida alguna, ya por ahí estaré completando la lista. Y ustedes tienen algunas que quieran compartir con el resto de los presentes??