lunes, 25 de junio de 2007

Bésala tonto, bésala ya!!

No hay nada peor que un beso en el que arrugas, no? Bueno pues, para variar, en eso también soy campeón.. El primero que recuerdo fue con Maricruz. Estando en segundo de secundaria -como ya dije en mi primer post- estaba recontra templado de ella. Y fue justamente en segundo año donde, por ahí estuvo a punto de hacerse el milagro el cual regué al final como siempre.

La oportunidad fue un día en clase de Literatura. El profe nos pidió sacar nuestros libros para leer 'Los Gallinazos sin Plumas' del gran Julio Ramón. Estudiante aplicado yo, saqué mi libro al instante y Maricruz -que se sentaba a mi lado izquierdo- sacó sus cinco hojas de fotocopia del cuento. Como autoreflejo, siempre que hacía cualquier cosa, volteaba a mirarla a ella -para ver si me había visto hacerlo o algo así??- Cuando volteé, me contestó con una sonrisa que me hizo el día y le pregunté sobre su cuento. Ella me dijo que lo tenía en copia y lo blandió en el aire cual bandera PERO frente a mi cara. A pesar que ya usba lentes en ese momento, una hoja tuvo la buena suerte -o mala suerte?- de colarse por no sé dónde y que una de sus puntas me golpee directamente el ojo.

Haciendo gala de mis dotes histriónicas, me tapé la cara como si me hubiera caído un rocón en el ojo. Maricruz al instante se aproximó más a mí y pidiendo disculpas me cogió las manos con las que me tapaba. El dolor por supuesto había sido de unos segundos y para ese momento ya se me había pasado, pero la sensación de que ella me estuviese sosteniendo en ese momento de esa manera tan, tan, tan.. -campana- me ENCANTABA. Yo solo balbuceaba y quería que el momento se prolongara lo mayor posible -hasta el recreo puede ser??- No podía verla al tener los ojos tapados, así que no sabía que expresión tenía en el rostro o si había alguien más ganándose con la escena.

Sorprendentemente, siento que lentamente ella empezaba a aproximarse más y más, y y que yo también lo hacía -no sé si era yo o que ella me jalaba o las dos cosas- Un segundo después: Oh sí, la cosa ya estaba cercana, ya podía sentir su perfume y que me abría las manos. Dos segundos después: Cielos, ese airecito es su respiración, ya estábamos demasiado cerca. Tres segundos después: Maldición, son las ocho de la mañana, el salón está lleno de gente, estamos en medio de la clase, el profe está al frente, que carajos estoy haciendo!!

Cuatro segundos después: Mis manos se terminan de separar de mi cara y pasan a a sus hombros, mantengo los ojos cerrados, abro un poco la boca y.. 'Ya, ya estoy bien. Ya no me duele creo' La alejo de mí, me volteo y abro mi libro prestándole demasiada atención al dibujo de Pascual y qué bonito que era el cerdo, por los próximos minutos. Sí señoras y señores, damas y caballeros, niños y niñas, latinos del mundo, ya tu sabes. ARRUGUÉ TODITO. Me entró un pánico a último momento el cual hasta ahora no me puemo explicar. Quizás fue que me dio miedo escénico por toda la gente que había -iba a ser el roche del año seguro-, o a no volver al cole por una semana por hacer actos impúdicos en el salón de clases o que hasta ese momento el único beso que había tenido era.. NINGUNO??

En ese transcurso de seis segundos aproximadamente, se me vinieron muchas cosas a la mente que hicieron que me detuviera a solo milímietros, y digo a sólo milímetros por que si bien todo el tiempo estuve sin verla -solo la 'sentía'- unos minutos después del incidente un pata me pasó la voz desde atrás y levantándome los pulgares me dijo 'buena Frankie'; para que después a la salida mi mejor amigo también confirmara su versión diciéndome: 'hey y que fue que casi te chapas a Maricruz?'

Después del primer comentario me quedé todo el resto de la mañana pensando en que no me iban a levantar los pulgares por las puras, no? Debí de haber estado muy cerca. Y con el segundo comentario, pues sí me quedé fantaseando el resto del día con lo cerca que estuve de haber logrado mi objetivo después de más de un año.. pero que como siempre terminé arruinando por no tomar los riesgos que toda persona templada debería tomar. Ya no hubo otra oportunidad después de esa, y tampoco volví a comentar el hecho ni con ella ni con nadie. Simplemente, lo guardé y lo deje al fondo, en el baúl de las cosas que estuve a punto y no logré hacer.